CONOCE
MI HISTORIA
El Camino de una Mujer Ancestral
Mi camino hacia la espiritualidad no fue lineal. Desde muy joven sentí una conexión profunda con lo invisible, pero también atravesé momentos de oscuridad, búsqueda e incertidumbre.
Uno de los mayores desafíos fue un diagnóstico de cáncer justo cuando me sentía plena. En ese proceso, comprendí que el cuerpo, la mente y el alma están profundamente conectados, y que la sanación verdadera nace de adentro hacia afuera. Aprendí a escuchar mi cuerpo, a confiar en la vida y a rendirme a un propósito mayor.
Viví duelos, cierres de ciclo, miedos profundos, el salto a otro país, y una elección: ponerme a mí en primer lugar. Y desde ahí, crear mi propio camino con amor y coherencia.
Hoy entiendo que cada crisis es un portal, cada final un inicio. Y que la claridad es un regalo: cuando sabes quién eres y hacia dónde vas, todo se ordena.